El Arte de la Historia

La Historia no es una ciencia, es un arte. Anatole France

La caballería villana


La caballería villana es una institución militar típicamente hispánica que se desarrolló en el medievo en los reinos de Castilla y de León y, en menor medida, en el de Portugal. Tuvo un importante desarrollo en la Extremadura castellana (la tierra que se abre entre el río Duero y el sistema Central) durante los siglos X y XI, y en particular con la repoblación que lleva a cabo Alfonso VI, en cuyo proceso se estableció un modelo social y político basado en extensos concejos municipales fundados bajo diversos fueros concedidos por los reyes castellanos para favorecer su repoblación y en los que se contemplaba la creación de milicias populares para la defensa de la villa y de su alfoz. El fuero más antiguo que se conoce, el de Castrojeriz en 974, ya contempla esta figura.

En general, se trataba de una milicia concejil formada por soldados de a pie o peones, ballesteros y soldados a caballo que las poblaciones debían prestar al rey cuando este necesitara de ellas de acuerdo al deber de auxilium que contraían las poblaciones en sus fueros. Todos los integrantes de la milicia se obligaban a mantener completo y en buen estado su armamento.

El valor específico de esta caballería villana radicaba en que para ostentar el rango de caballero no se exigía poseer un origen noble, tan sólo tener los recursos suficientes para mantener al menos un caballo y el armamento completo y necesario para el combate, además, claro está, de residir en el concejo. Se les conocía comúnmente como los “caballeros pardos” por el color de su indumentaria. El nombramiento de estas tropas correspondía a los alcaides de los distintos concejos. Al tratarse de poblaciones de repoblación los caballeros villanos eran agricultores y ganaderos pudientes (se estima que a finales del s. XI el mantenimiento de un soldado a caballos consumía la renta generada en 150 hectáreas de tierra) que además solían ocupar los oficios municipales.

Al objeto de hacer apetecible conseguir este estatus, a los caballeros villanos se les otorgaban ciertos privilegios; así, ni el caballo ni el armamento podía ser embargado por deudas y estaban exentos de algunos impuestos, en concreto el de yeguada; incluso tras la muerte del caballo, si ocurría en un lance de guerra, se les permitía un tiempo para volver a hacerse con otro animal; gozaban de un estatuto jurídico especial que reducía las penas para los caballeros respecto a los peones para ciertos delitos, y en los juicios podían exigir la presencia del alcaide: además, el carácter de caballero villano se extendía a los hijos y lo mantenía la viuda mientras que no contrajera nuevo matrimonio.

Con el avance de la reconquista y debido a su valor estratégico (caballería de carga con lanza) en la guerra contra el musulmán la caballería villana aumentó considerablemente su importancia y en consonancia su presencia política e institucional. De la misma forma, los caballeros villanos fueron aumentando sus privilegios hasta equipararse de hecho con la baja nobleza tradicional castellana de las poblaciones al norte de Duero: los infanzones, que por su parte fueron perdiendo importancia social según se ampliaba el territorio dominado por los reyes cristianos.

Este cuerpo militar se caracterizó entonces por una gran apertura y permitió una movilidad y ascenso social inusual en otros lugares europeos, si bien existieron grupos sociales parecidos como son los “yoeman” en Inglaterra o los “kulak” en Rusia. También es el origen de la idea, un tanto mítica, de una Castilla medieval de hombres libres ajenos a las prácticas feudales. La realidad no fue tan idílica y pronto estos caballeros villanos pretendieron emular y equipararse a los caballeros de linaje y para eso había que cerrar o dificultar al menos el acceso al grupo. Así, en el siglo XII, bajo el reinado de Alfonso X, se produce el reconocimiento jurídico del status privilegiado de la caballería villana; lo que viene a reconocer de iure una situación de facto obtenida merced al poder económico y político que habían logrado estos caballeros villanos.

Este hecho ha generado un debato historiográfico entre historiadores: los que piensan que este acto jurídico cerró el acceso al grupo; y los que mantienen que aún mantuvo su permeabilidad hacia quien cumpliera sus requisitos básicos: mantener caballo y armas. En cualquier caso, lo que parece claro es que se comenzaron a crear instituciones comunales que favorecieron la oligarquización del grupo. Las cofradías y hermandades son un buen ejemplo de ellas, pues en sus estatutos se solían incluir requisitos para ingresar que iban más allá que ostentar la condición de caballero villano, así se pedía pertenecer a ciertas familias y linajes. Un elemento de gran significación fue que desde el s. XIII los caballeros villanos comenzaran a percibir soldadas como la caballería de linaje.

Este afán en alcanzar la condición nobiliaria se produjo durante los siglos XII y XIII y tuvo resultados muy dispares entre unas ciudades y otras; y si estos caballeros villanos tuvieron que defender sus intereses frente a la antigua hidalguía de linaje y los infanzones, según avanza la reconquista serían estos antiguos caballeros villanos, trasformados muchos ya en “hidalgos de linaje”, los que se verán acometidos por la nueva forma de acceso a la baja nobleza que representaba los caballeros de cuantía o de alarde de los siglos XIV y XV en las ciudades de Castilla y en particular las situadas más allá de Despeñaperros. La proliferación de hidalgos en las ciudades de la Extremadura castellana y leonesa en los siglos XV y XVI sólo puede explicarse buscando su origen en la caballería villana.

Durante el siglo XIV la asimilación producida entre la caballería de linaje y la villana había transformado a esta última de tal modo que era notable su ineficacia guerrera. Ante esta situación se crea la caballería de cuantía o de alarde que se recoge en el ordenamiento de Alcalá de 1348 con el establecimiento de la obligación para todo el reino de mantener caballos y armas según la cuantía de los bienes de los subditos.

Destacar, por último, que la caballería popular castellana, en su versión villana o de alarde, participó de forma muy notable en las grandes batallas medievales: Uclés (1086), Alarcos (1195), Las Navas de Tolosa (1212) y del Salado (1340) donde tuvo su canto del cisne, pues a partir de la extensión del uso de la pólvora y de la artillería comienza el fin de este cuerpo. En los años siguientes la infantería pasará a ser la pieza fundamental en la guerra y relegará a la caballería del papel primordial que tuvo en la Edad Media.

Poderoso caballero es don dinero

hace de villanos caballeros

y de caballeros… villanos.

(…)

Francisco de Quevedo y Villegas

Referencias en Internet:

© Francisco Arroyo Martín. 2010

Para citar este artículo desde el blog:

ARROYO MARTÍN, FRANCISCO. La caballería villana. (https://elartedelahistoria.wordpress.com). 2010

(OGH26H)

14 comentarios el “La caballería villana

  1. rosa
    14 marzo 2010

    Interesante articulo, muy bien relatado. gracias por compartir tus escritos. saludos

  2. Francisco Arroyo Martín
    14 marzo 2010

    Hola Rosa. Muchas gracias por tus palabras. Salud.

  3. MARI ANGELES
    27 May 2010

    He estado leyendo tu articulo asi como el libro de leganés Ciudad Cervantina, sinceramente no lo he podido comprar pero me lo he descargado para leerlo, en cuanto pueda me lo compro. Me encanta leer tus articulos ccomo los de sandra y layla, ya que no os tengo cerca, al menos leyendo lo que publicais en el Zoco os tengo mas cerca.
    Un beso de tu sobrina.

  4. Francisco Arroyo Martín
    28 May 2010

    Un beso muy grande.

  5. migueltesorillo
    9 agosto 2010

    Buen articulo

  6. Francisco Arroyo Martín
    9 agosto 2010

    Gracias, me alegro de que te haya gustado

  7. Francisco Arroyo Martín
    9 agosto 2010

    No me olvido, y tienes razón es un momentio histórico que pide a gritos un post.

  8. Antonio Peñalver
    21 abril 2011

    Muchas gracias por tu trabajo. Claro y conciso. Estaba trabajando con padrones de Alarde y Cuantia de caballeros en Murxia (siglo XV)

  9. Francisco Arroyo Martín
    22 abril 2011

    Muchas gracias por tus amables palabras.

  10. Pingback: Heartland, el corazón de la tierra firme (II de II) | Tribulaciones Metapolíticas

  11. Pingback: Heartland —el corazón de tierra firme (II de III) – Rebelión Contra el Mundo Moderno

  12. Pablo
    21 junio 2020

    Debido a un trabajo que estoy realizando, he entrado en esta página a través de un enlace de Wikipedia, y me ha encantado. Tiene este relato algo en común con los Quiñoneros Segovianos?

  13. Francisco Arroyo Martín
    23 junio 2020

    Gracias pablo,, celebro que te haya gustado. Seguramente el origen de ambas instituciones sea similar, pues ambas eran unas milicias urbanas para la defensa de la ciudad que se recompensaba con el uso y disfrute de tierras. Si bien recuerdo que los quiñones segovianos verdaderamente destacaron por su papel muy activo en la repoblación de las tierras al sur del Sistema Central. Algunas referencias que he encontrado en una búsqueda rápida:
    http://revistas.uned.es/index.php/ETFIII/article/view/3649
    http://revistas.uned.es/index.php/ETFIII/article/view/22865
    https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=121976
    Un saludo.

  14. P
    23 junio 2020

    Gracias a ti, Francisco:
    En toda la documentación que estoy consultando, solamente se refiere a la Caballería Villana, aunque he leído un trabajo de María Asenjo, que me lleva a confusión. La diferencia que encuentro y que podría ser el motivo de hablar de dos tipos de caballería distinta, es que la Caballería Villana nace con la Reconquista de Toledo, y los Quiñoneros en los S-XIV y XV.
    Gracias nuevamente por tus aclaraciones.

Deja un comentario

Información

Esta entrada fue publicada en 9 marzo 2010 por en Edad Media, Ejército, Historia y etiquetada con , , , , , , , .